La Administración de Estados Unidos se encuentra bajo la influencia islamista, por ende, del Vaticano (Creador del Islam) Eso significa odio y destrucción contra la raza judía. No se confunda, la elite de sionistas (fascistas) no representan la totalidad de la raza de los judíos (pueblo elegido por Dios para traer a Jesucristo, el Mesías) El Vaticano se vale de la mano árabe para conspirar contra los judíos.
La noticia lleva por título:
La administración de EE. UU. está 'bajo la influencia de islamistas'
Vea: actualidad (punto) rt (punto) com/actualidad/internacional/issue_36575 (punto) html
Fecha: 23 Febrero 2012
La administración del presidente Barack Obama está bajo la influencia de grupos islamistas radicales "anti occidentales y pro terroristas", según algunos periodistas árabes.
Así, el liberal egipcio y profesor de la Universidad de Ain Sham Essam Abdallah, revela que el pasado 8 de febrero el director del FBI, Robert Swan Mueller, se reunió DE MANERA SECRETA con militantes de varios grupos islamistas que apoyan a Hamás y Hezbolá. El encuentro fue uno de los muchos que se han realizado durante los últimos meses, de acuerdo con un artículo del profesor egipcio.
Una fuente citada por Essam Abdallah indica que, bajo la presión de activistas musulmanes, de las oficinas del Buró Federal de Investigación se sacaron más de mil presentaciones y programas de estudios sobre el islam por ser considerados 'ofensivos' o ‘racistas’.
Una de las pruebas más palpables de que Washington depende en cierto sentido de grupos islamistas radicales como, por ejemplo, los Hermanos Musulmanes, es la política exterior de EE. UU. en Oriente Próximo.
"La opresión más dramática sobre las sociedades civiles de la región y la llamada Primavera Árabe no se hace con armas […], sino [que la hacen] los lobbys islamistas en Washington", escribe Essam Abdallah. "Desde enero de 2011, cuando llegó la llamada Primavera Arabe, los activistas liberales de la región nos estamos preguntando por qué Occidente en general y EE. UU. en particular no han apoyado a las sociedades civiles y a las democracias laicas". Por el contrario, la administración de EE. UU. ha aplaudido la llegada al poder del partido islamista Ennahda en Túnez y han dado su respaldo a los islamistas del Consejo Nacional de Transición libio.
Así, el liberal egipcio y profesor de la Universidad de Ain Sham Essam Abdallah, revela que el pasado 8 de febrero el director del FBI, Robert Swan Mueller, se reunió DE MANERA SECRETA con militantes de varios grupos islamistas que apoyan a Hamás y Hezbolá. El encuentro fue uno de los muchos que se han realizado durante los últimos meses, de acuerdo con un artículo del profesor egipcio.
Una fuente citada por Essam Abdallah indica que, bajo la presión de activistas musulmanes, de las oficinas del Buró Federal de Investigación se sacaron más de mil presentaciones y programas de estudios sobre el islam por ser considerados 'ofensivos' o ‘racistas’.
Una de las pruebas más palpables de que Washington depende en cierto sentido de grupos islamistas radicales como, por ejemplo, los Hermanos Musulmanes, es la política exterior de EE. UU. en Oriente Próximo.
"La opresión más dramática sobre las sociedades civiles de la región y la llamada Primavera Árabe no se hace con armas […], sino [que la hacen] los lobbys islamistas en Washington", escribe Essam Abdallah. "Desde enero de 2011, cuando llegó la llamada Primavera Arabe, los activistas liberales de la región nos estamos preguntando por qué Occidente en general y EE. UU. en particular no han apoyado a las sociedades civiles y a las democracias laicas". Por el contrario, la administración de EE. UU. ha aplaudido la llegada al poder del partido islamista Ennahda en Túnez y han dado su respaldo a los islamistas del Consejo Nacional de Transición libio.
La causa de todo esto es el principal objetivo que Washington persigue en la región: el negocio y el petróleo, pero no la democracia. Esta es la opinión del analista político Ronald Góchez, que explicó en una entrevista concedida a RT que EE. UU. nunca reconoce el poder de líderes o partidos árabes que "no benefician a los intereses" de Washington aunque sean "elegidos democráticamente", como es el caso de Hamás en Palestina.
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